Texto : Eddie Mizake   /  Fotos : Rosa Ruda    /  Maquillaje : Ainhoa Molina

Amor salvaje

Lesbiana y madrileña de pura cepa. Trabajadora, activista, multidisciplinar y un poco loca del coño. Atributos todos por los que no podemos ser objetivos ante su presencia. Nos encanta. Este año que ya acaba nos ha regalado un conjunto de canciones que nos ha acompañado en muchos momentos de bajona pero sobre todo nos ha proporcionado euforia a raudales. La única e incomparable Rocío Saiz.

 

Lo de que ser mujer no es fácil en un mundo gobernado por falos, es ya de todxs sabido. Si en concreto hablamos de la industria musical y los eventos culturales, apaga y vámonos. Es por eso que se agradece, que haya un pequeño ejército de guerreras ahí fuera que convierten esa obviedad en un mito y traspasan todas las fronteras de lo profesional, para ganar todas las batallas y alguna que otra guerra contra la dictadura del pene. Una de esas amazonas, es sin duda, Rocío Saiz. Nacida en Madrid en pleno inicio de la década de los 90´s, se ha curtido a lo largo de los años en la industria musical, desempeñando trabajos en prácticamente cada sector dentro del negocio de la música. Desde coordinación, management, comunicación, booking de reconocidas bandas nacionales hasta formar parte de la junta directiva de la Asociación de Mujeres en la Industria de la Música y de la campaña internacional Keychange, que invierte en talentos femeninos emergentes que analiza y alienta a los festivales europeos a firmar un compromiso de equilibrio de género de 50:50.

Podemos continuar con un currículo interminable donde es actriz, presentadora de televisión, colabora en prestigiosos podcasts o pone patas arriba clubs y festivales cuando ejerce de dj, pero este articulito queremos centrarlo en la edición de su primer álbum bajo su propio nombre, dejando así atrás diversos proyectos paralelos como Las Chillers y Monterrosa. Un disco titulado “Amor Amargo” y que (atención Spoiler) es para la pandilla Sudor, uno de los discos del año 2021. Un breve, en duración, pero intenso viaje cargado de emociones por las heridas que tenemos todxs en nuestro corazoncito. Una especie de fábula donde en cada tema desgrana diferentes historias de lazos que se rompen, del dolor que se siente, del vacío que nos llena, de las inseguridades que brotan y sobre todo de esa gestión emocional que tenemos que currarnos para que todo ese dolor pase de una vez.

Aunque con su título y lo expuesto arriba de la sensación de que estamos ante un trabajo triste, melancólico o agrio hacia el mundo, la realidad al escucharlo es que estas siete pequeñas joyas de pop de tintes electrónicos ejercen de bálsamo sanador para todo ese dolor, inseguridades y vacío que nos queda tras un malpaso emocional.

Si en el apartado letras todo puede girar en torno a las emociones, en lo musical muestra una diversidad de sonidos que hace que la diversión y el disfrute esté asegurado en este pequeño viaje emocional. Desde la apertura con “Autocensura”, donde se puede reflejar esa conversación entre tu cerebro machacándote con todas las inseguridades y miedos a ritmo de synth pop, hasta el final explosivo de “Cortisol en Sangre” bebiendo de los ritmos más Camela y Fangoria del disco, pasamos por “Nietas del Ruido” con su rock electrónico de toque noventero a los Republica del “Ready to Go”, bajamos las revoluciones por unos minutos en “El Descanso del Guerrero”, la balada ochentera que hubiera debutado en el número uno de las listas de ser un Dalma cualquiera su interprete. “La Juventud” y “Si Mañana Me Muero, Te Habré Dicho Que Te Quiero” son los pepinos electro festivos que juguetean con los sonidos EDM y el House. La voz del gran Algora arropa con excelencia “Un Prodigioso Desastre” de toques jamaicanos siendo sin duda una de las grandes canciones que nos deja en apenas 25min de duración esta pastilla mezcla de éxtasis y Lorazepam por parte de esta chiflada y encantadora bollera. Queremos segundo disco ya. No os la perdáis en directo, por cierto, porque no llegareis a casa serenos sino con gana de más fiesta.

Entradas recomendadas