
Texto : Sofía Ciarlo
María Nieto: Un baile emocional con mucho cielo y mucha tierra.
María Nieto, granadina de nacimiento, pero afincada en Málaga desde hace años, es a día de hoy una de las directoras emergentes con más carisma y proyección de futuro del cine español del momento. Con una larga trayectoria de cortos a sus espaldas, se prepara para dar el salto al largometraje en 2022.
Acompañada de una copa de vino blanco, María Nieto Navarro se ajusta el pelo y se termina de liar su cigarro. Es recibida con abrazos y un par de charlas para ponerse al día. Nos habla de Julia Ducornau, de Gaspar Noel y de Fatih Akin, sus mayores inspiraciones a la hora de ponerse en la piel de realizadora. Al final de la segunda ronda acordamos por mayoría absoluta que Zendaya en Euphoria es un monstruo escénico, una realidad tan clara como la vida que se mueve y se detiene a las puertas del teatro Cervantes de Málaga, donde nos hemos reunido para su entrevista.

María Nieto se describe no solo como directora, supervisora de guion y asistente de dirección. Define su cine como un baile emocional con mucho cielo y mucha tierra, una definición que le provoca un ligero rubor por su espontánea ingeniosidad, pero que sin embargo nos revela una faceta muy genuina de la realizadora granadina. Aboga por el cine conceptual y el eje emocional de los personajes en la historia. Así nos cuenta que fue el germen de Ciudad Neón (2016), su primer cortometraje. Busca la catarsis no solo en el espectador, sino que la experimenta en su propia piel primero, y en cada historia articula una radiografía emocional que se origina desde la actitud de sus personajes. Otra de sus inquietudes es la estética y el trabajo plástico en sus filmes. Como profesional en montaje y edición de vídeo, de la que además es profesora, presta atención a las paletas de colores y a la fotografía. María Nieto define el trabajo de directora como un puzle en el que hay que hacer que todo encaje, y para ello hay que tener claro lo que se va a contar.
En cuanto a la realidad de la industria, María tiene claro que está surgiendo una disrupción en la que el punto de vista cishetero normativo deja de ser el único punto de vista. La mirada de la mujer, que es la mitad del mundo, es una mirada distinta; por tanto, se abre un abanico de posibilidades de contar historias. Nos habla también de la oficialización de numerosos festivales calificadores de grandes premios como respuesta a esa apertura de mercado, porque incluso en el romántico cine de autor, la financiación y el presupuesto es clave. Acaba de terminar este año el circuito de festivales de Habitación de embarque (2019), donde ha estado en las selecciones oficiales del Festival de Cine de Málaga y del Les Gai Cine Mad, entre muchos otros. Un cortometraje del que María está agradecida por la acogida, en especial en el extranjero, y de la libertad creativa que ha contado con su equipo.


Ahora se embarca en nuevas aventuras, entre ellos “No Return”, coproducida entre Red Production Company (Years and Years) y Bambú, o con Canal Sur , “Desconocidas”, una producción en la que participa Galdo (Heridas, Arrayán) entre otras productoras nacionales.
Desde Sudor le deseamos toda la suerte para coreografiar sus próximos bailes y que siga bailando por mucho tiempo.